CORAL DE  FUEGO EN TAILANDIA | Peligros en el mar

CORAL DE  FUEGO EN TAILANDIA | Peligros en el mar
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CORAL DE  FUEGO EN TAILANDIA

La belleza de los arrecifes de coral atrae a nadadores y buceadores, nadie queda indiferente a esas formas curiosas y esos brillantes colores, la verdad es que son maravillosos pero recordemos que son seres vivos y tocarlos no será nada bueno ni para el ser humano ni para ellos.

El contacto humano hacia ellos, hace peligrar sus ecosistema, el contacto para el ser humano es peligroso por el daño que nos puede causar, por lo tanto, mejor observarlo de lejos y no tocar, por su bien y por el nuestro.

Algunos tipos de corales son muy peligrosos, pues utilizan veneno y toxinas como defensa. Uno de ellos, el coral de fuego y que podemos encontrar en Tailandia, además de en todos los arrecifes del mundo. 

CARACTERÍSTICAS:

El coral de fuego en realidad no es coral pero se encuentra dentro de la misma familia, pero si medimos las consecuencias de tocarlo tiene más relación con las medusas que con los corales.

El coral de fuego es un animal celentéreo perteneciente a las Milleporas, en estas existen varias especies,, la M. tenera y M.platyphylla, se encuentran en Tailandia.

Generalmente tiene un color marrón claro, con puntas pequeñas similares a dedos de tonos más claros. Su aspecto es bonito y no da sensación de peligro.

Su aspecto le hace parecerse a las algas marinas, por lo que es bastante común la confusión, por lo que debes tener cuidado y no tocarlo. Si ves que es de color amarillo brillante, casi verde, posiblemente estés ante un coral de fuego.

Posee miles de vellosidades en miniatura que atacan todo lo que toca, así como muchas células urticantes, a las cuales el hombre es muy sensible.

HÁBITAT:

Se encuentran a muy poca profundidad por lo que no hace falta bucear a gran profundidad para encontrárnoslo, están, casi siempre, en el límite de la barrera de coral e incluso emergen cuando la marea bajas.

Al estar tan cerca de la superficie y la playa, su hábitat coincide en muchas ocasiones con las zonas que visitan  los bañistas, etc que van hasta allí a observar la fauna del lugar.

CORTES PRODUCIDOS POR EL CORAL DE FUEGO:

Si tocamos un coral de fuego, éste disparará unas cositas pequeñas llamadas nematocistos que penetran en la piel y liberan toxinas, lo cual provocará inmediatamente quemazón y erupción cutánea. Unas horas después pueden formarse ampollas y/o descamación. Dolor, fiebre.

En contacto con la piel, también pueden quedar debajo de la epidermis partes pequeñitas de su exoesqueleto y/o restos de tejido vivo, lo que puede producir la descarga de sus veneno en ese momento o incluso días más tarde.

TRATAMIENTO:

Enjuague con agua y jabón y aclare con abundante agua. También puede ser un enjuague de agua y agua oxigenada a partes iguales o vinagre. 

Acudir a un hospital o centro médico lo antes posible, para que valoren el tratamiento a seguir.

El tratamiento que te darán consiste, normalmente, en aplicar una pomada de corticoides y antihistamínicos.

Lo normal es que la recuperación sea total pero durante meses pueden persistir lesiones, en función del número de nematocistos que estén en la piel, ésto también varía según personas.

Es normal pues que se tengan molestias durante bastante tiempo, aún cuando creamos que ya ha cicatrizado.

En alguna rara ocasión, la lesión puede infectarse e incluso ocasionar necrosis de la zona, infección de la sangre u otra infección grave.

CONSEJOS:

Cuando vayas a nadar o bucear una zona donde puedan estar los corales, usa vestimenta adecuada, lo ideal es el traje de neopreno, cubrir los pies y cuidado con las manos.

Lo mejor, no tocar, aunque parezca inofensivo, que lo parece, observar de lejos.

Llevar un pequeño botiquín y un poquito de vinagre diluido en agua, dicen que va bien en los primeros momentos.

Decir que si vas a visitar alguna zona, asegúrate contratar con una buena agencia para hacer el tour, pues nunca te llevarán a una zona donde tengas peligro.

Si a pesar de todo, has sufrido el roce del coral, acudir lo antes posible a un hospital o centro médico.

Si viajas, hazlo con un seguro médico, vale la pena.

CONCLUSIÓN:

El coral de lejos, por su bien y por el nuestro.